Por momentos me pierdo soñando en los quizás... porque siempre he
 sido una soñadora y por las noches suspiro palabras que solo oye la luna... y pensamientos que nadie jamás sabrá. Porque ni mi memoria es capaz de atraparlos, ellos vuelan libres y puede que algún día alguien los capte, y entonces en busca de mi frecuencia vendrá, sin embargo yo estaré dormida y pensaré que tan solo de otro sueño se tratará...

Silencio hipnótico, me envuelves y me desanimas con tu grisácea textura.
Lento porvenir de nuevos sueños y tortura.
Ayer me asomé por la ventana para ver la luna
Seguía impertérrita y arenosa, hermosa como ninguna.
Y si este es mi fatídico destino, bienvenida seas portadora de luz; mi dulce locura.

Mi vida...

Hola, mi amor, mi corazón.

Estoy escondida tras las nubes de esta densa decepción.

Me limito a esperar y a dormirme...

Porque solo en mis sueños puedo besarte sin morirme.

Quédate... unos segundos más.

No quiero separar los párpados, no quiero despertar.

No me diste la oportunidad de demostrarte cuánto he cambiado...

Me duele... Pero... Tendré que seguir mi camino, sin ti a mi lado.

Odio... y relámpagos. Quiero mi tormenta. ¿Por qué no vuelves?

POR QUÉ.

Acaso tú lo sabes?

Me duele, siento el fuego quemar mi alma.

Arde y el dolor me impide respirar. Me ahogo entre humo y cenizas.

Quiero mi tormenta. Cuando ella llegue incendiará bosques sumidos en silenciosa furia.

Y luego el fuego se desvanecerá hasta que solo quede el frío pesar de la lluvia.

Y cuando acabe, mi piel será recorrida por el temblor espasmódico del hielo.

Pero se secará y la insensibilidad se posará con su piedad en mí.

Inerte y vacía.

Contemplando como un sol tímido y pálido asoma entre las sombras.

Tibio y reconfortante... Preparándome lentamente para un nuevo incendio.