Eres mi luz en la oscuridad más entrañable. Un sol que brilla con fuerza, e inunda mi alma de fuego eterno. Lo eres todo, y por eso mismo te amo Porque mi corazón no respira Si no es el aire de tus labios.
Hoy soñé. Hoy soñé y pude ver miles de ramas. Ramas negras, que luchaban entre ellas, mecidas por el viento. Sangraban, susurraban y se quejaban pero no dejaban de golpearse violentamente. Y fue cuando se detuvieron, que vinieron a por mí. Eché a correr, casi sin respirar, mis pies tropezaron con una roca y sentí la dolorosa caída. Las ramas oscuras y tenebrosas, despobladas de hojas, se acercaban. Y fue entonces cuando comprendí que era mi final. Rescaté recuerdos en mi mente, antes de mi muerte... Vi toda mi vida, vi lo que hice, lamenté lo que dejé de hacer, pero si hubo algo realmente grande, fueron los lazos que me unían a ti. Lo que de verdad amé... Esas ramas negras que me atacaban, eran mis propias ramificaciones, luchando por que las recordara, luchando por no morir, por permanecer por siempre en mi alma...